lunes, 6 de abril de 2020

SALUDABLE REMEDIO CONTRA LA PESTE FORMA DE CRUZ





EXPLICACIÓN DE LOS CARACTERES DE LA CRUZ
Z. El celo de vuestra casa me libre,
La Cruz vence, La Cruz reina, La Cruz impera, por señal de la Cruz líbrame, Señor, de la peste.
D. Dios, Dios mío, apartad de mí y de este lugar la peste, y libradme.
I. En vuestras manos, Señor, encomiendo mi espíritu, mi corazón y mi cuerpo.
A. Antes de existir el cielo y la tierra existe Dios, y Dios es poderoso para librarme de esta peste.
La Cruz de Cristo es poderosa para expulsar la plaga de este lugar y de mi cuerpo.
B. Bueno es experimentar el socorro de Dios en silencio para que aparte de mi la peste.

I. Inclinaré mi corazón a acatar vuestros mandamientos, y no seré confundido porque os invoque.
Z. Me armé le celo contra los pecadores viendo su paz y esperé en vos.
La Cruz de Cristo ahuyenta los demonios, el aire corruptible y la peste.
S. Yo soy tu salud, dice El Señor, Clama á mí y te oiré y libraré de esta peste.
A. Un abismo llama á otro abismo, y tu voz expelió los demonios, líbrame de esta peste.
B. Bienaventurado el que espera en el Señor, y no oye las doctrinas vanas y falsas.
La Cruz de Cristo, que antes era señal de oprobio y contumelia, y ahora lo es de nobleza y gloria, me sea de salvación, y aparte de este lugar al demonio, al aire corrupto, Y á la peste de mi cuerpo.

Z. El celo de honor de Dios me convierta antes que muera.
H. ¿Es esto lo que das al Señor pueblo loco? Dale tus votos, ofrécele un sacrificio de alabanza, confía en El, que es poderoso para librar á este lugar y mí de esta peste, porque los que confían en El no están confundidos.
G. Peguese mi lengua á la garganta y mis fauces si no os bendijese, librad a los que esperan en vos, en vos confío, libradme Dios, de esta peste, á mi y á este lugar, en el cual se invoca vuestro santo nombre.
F. Cubriese la tierra de tinieblas en vuestra muerte, Señor Dios mío, acabe y quede confundido el poder del demonio porque vos, Oh! Hijo de Dios vivo, vinisteis a destruir las obras del demonio, apartad con vuestro poder de este lugar y de mí, vuestro siervo esta plaga, descienda la corrupción a las tinieblas exteriores.
Cruz de Cristo defiéndenos, y aparta de este lugar la peste, Señor, libra á vuestro siervo de

esta peste, porque sois benigno y misericordioso, de mucha misericordia, y verdadero.
B. Bienaventurado aquel que no da su atención a las doctrinas vanas y falsas. El Señor me librará del día malo, en vos espere, libradme de esta peste.
F. Dios se ha hecho mi refugio, porque que he esperado en vos; libradme de esta plaga.
R. Mirad por mi Adonay*. Desde el trono de vuestra Santa Majestad. Y por vuestra misericordia libradme de esta peste.
* palabra hebrea que significa Dios y Señor de todo.
S. Vos sois mi salvación; sanadme y seré saludable, sanadme y seré salvo.
Concluidas estas Jaculatorias se rezan las Letanías de nuestra Señora, y un Padre Nuestro y Ave María, a los Santos, abogados de la peste, para que sean nuestros intercesores con el Señor.

Al dar la hora se rezan las dos jaculatorias que se encuentran a cada lado de la Cruz
Santo Dios,
Santo Fuerte,
Santo Inmortal Líbranos Señor de la Peste y de todo mal
Por vuestras llagas. Por vuestra Cruz, Líbranos de la peste, Divino Jesús.

ADVERTENCIA.
No se hallan conformes las letras iniciales con las de los versos, porque aquellos están en latín, y así estos están en traducción castellana.

ORIGEN DE ESTA DEVOCIÓN
Cuando, en 1546, reinó una grave plaga en Trento, refieren que los Santos Padres del Concilio Tridentino tradujeron devotamente ciertas letras o caractéres dispuestos en forma de una cruz, compuesta por San Zacarias, Obispo de Jerusalen. En efecto conocieron los Santos Padres que fue un remedio muy útil contra la peste llevar con veneración estas letras, significaban varias Jaculatorias devotas y oraciones afectuosas antiguas y aprobadas para librar del contagio, como consta de la explicación arriba expuesta.
Las dichas letras fueron antiguamente escritas en un pargamino por el mismo Santo Obispo de su propia mano, y "despues se encontraron en un convento de religiosos en España, y tenidas en gran veneracion (con efecto admirable) de las personas devotas que las veneran y traen consigo, rogando conforme á su significación.

ADVERTENCIA.
En Portugal se dio cuenta que no entró el contagio en las casas en cuyas puertas han puesto estas Cruces, ni en las personas que consigo la llevaron.

JACULATORIA
Aplaca, mi Dios, tu enojo. Tu justicia y tu rigor Dulce Jesus de mi vida, Misericordia, Señor.

GLOSA
Señor, ante tu presencia nuestras culpas confesamos, con el alma las lloramos, conmuévase tu clemencia, cese la inmortal dolencia, que arrastra tanto despojo; hoy á tu piedad acojo
tantos ruegos repetidos,

duélante nuestros gemidos, Aplaca mi Dios, tu enojo. Mira de tu Hijo amoroso
las Imágenes Sagradas
en las calles exaltadas por el pueblo fervoroso: óyelo clamar lloroso rogándote favor:
templa ya la ira, Señor, pues confesamos unidos, que tenemos merecidos Tu Justicia y tu rigor.
Y tú Redentor amable.
Tú Médico Soberano.
¿no extenderás esa mano con impulso favorable? Vuelva el aire saludable
á animar tantas personas caídas de mal afligidas,
cesen ya tan tristes suertes,
no mas muertes
no mas matanzas, Dulce Jesús de mi vida. El sana en tu amor,
el convaleciente llora,
el moribundo te implora,

todos claman á porfía:
la Dulcísima MARIA
nos ayuda por su amor,
¿os negareis con rigor a su ruego, y nuestro llanto,
oyendo entre clamor tanto Misericordia, Señor?.
5 obispos españoles han concedido 200 días de Indulgencia al que rece devotamente estas Jaculatorias y 200 más a quien las rece, rogando á Dios por las necesidades de la Iglesia y del Estado.

CON LICENCIA
por D. J. A. Pantoja, por su original. En Lugo, en la imprenta DE PUJOL,
Junio DE 1834. ESPAÑA
Artículo enviado por:
Jesús Manuel Cedeira Costales.
Fuete:
Jaculatorias para pedir a dios nos libre de la peste, escritas por San Zacarías, como Obispo de Jerusalén.


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