miércoles, 19 de junio de 2019

EN EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS SE RESUME “EL MOTOR DE TODA LA REDENCIÓN”.





El mes de junio está especialmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, cuya fiesta resume “el motor de toda la Redención” que es el amor.

“Dios no actúa por otro motivo que, por amor, porque Dios es amor, porque su salida al mundo creado ha sido por amor, porque al producirse el pecado en la historia, su reacción ha sido la del amor, porque no hay otra revolución posible que la del amor”.



Esto, afirma, a pesar de los intentos a lo largo de la historia “de desviar esta intención, buscando otros motivos en el corazón de Dios”.

La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda que “es el amor, sólo el amor el que vencerá todas las dificultades, es el amor el único horizonte que hace posible la esperanza en cualquier situación humana” y que “Dios tiene corazón, un corazón sensible a nuestra realidad limitada y pecadora”.



“Dios se siente especialmente atraído por nuestra debilidad, y se ha compadecido de nosotros por su amor inmenso, enviando a su Hijo único para hacerse hermano nuestro. Y este Hijo nos lleva sobre sus hombros a la casa del Padre”.

 “La historia de Jesús es una historia de amor en correspondencia a ese amor primero del Padre” porque “Jesús se ha sentido querido inmensamente por su Padre, que le envía el Espíritu Santo (amor divino) y le conduce a la misión redentora”.



 “Exceso de amor” el que hizo que Jesús se entregara hasta el extremo, “mostrando que nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los hermanos”, el Corazón de Cristo es sensible a nuestra correspondencia de amor y “sufre cuando le damos la espalda” y “goza cuando correspondemos a su amor”.

“Es un corazón siempre dispuesto al perdón, es amigo que nunca falla. Celebrar la fiesta del Corazón de Cristo es celebrar todo esto, para sentirnos amados, profundamente amados, tiernamente amados hasta el extremo”.



 “Celebramos el amor del Corazón de Cristo para que de nosotros brote amor de correspondencia, amor de reparación por tantas ofensas que este Corazón recibe de los humanos de nuestro tiempo, amor que estimula a la construcción de una nueva civilización del amor”.

Junto al Sagrado Corazón de Jesús está el de la Virgen María, ya que son dos celebraciones que se conmemoran con pocos días de diferencia.



“Este viernes y sábado vienen a recordarnos una vez más que tales corazones viven y laten sincronizados. En el Corazón de Cristo no hay más que amor, que se traduce en obediencia al Padre y en servicio a los hombres”, mientras que en el Inmaculado Corazón de María “no hay otra cosa que un eco de ese mismo amor, traducido en docilidad al Padre y en servicio maternal a todos los hombres”.



“Dos corazones sincronizados en el mismo amor, para que nosotros aprendamos a vivir en esa sintonía”.




La promesa que la Virgen María hizo a los pastorcitos de Fátima, a quienes aseguró que “al final, mi Corazón Inmaculado triunfará”.




 “La certeza de esta victoria es un profundo acicate y estímulo para nuestro mundo, que parece ir a la deriva”, y anima a entrar en el Corazón de Cristo “desde el corazón de su Madre y nuestra madre, María” para que ella nos enseñe a vivir “sincronizados con los sentimientos del Corazón de Jesús, su Hijo y nuestro hermano”.







Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales

Fuente: Texto del Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández. Redacción ACI Prensa


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.