lunes, 13 de abril de 2020

CARTAS DE ESPERANZA DE 13 ABRIL DE 2020




13 de abril de 2020

Estimado hermano:

¡Sea un hijo del anhelo y de la confianza!

El artículo 11 de la Ley del Estado de Alarma permite la asistencia a los lugares de culto
Son permitidas siempre que se lleven a cabo las visitas y celebraciones de los actos religiosos cumpliendo con las medidas de seguridad.

El artículo 11 de la el Real Decreto 463/2020, por el que se declara el estado de alarma para la gestión, establece que la asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.

“A la hora determinada se puso a la mesa con sus discípulos. Y les dijo: He deseado vivamente comer esta pascua con vosotros antes de mi pasión… Luego tomó el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. Y de la misma manera el cáliz, después de la cena, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros”.

En esta mesa se encuentran los sencillos frutos de la naturaleza: un pan hecho con trigo y una copa llena de vino. Pero esos signos se transfiguran; esas realidades tan cotidianas se transforman: el pan, por deseo de Jesús, se convierte en un cuerpo ofrecido, sacrificado por los demás hasta la muerte; el vino se convierte en su sangre vertida en un gesto de amor: es la nueva alianza. Siglos antes, en el monte Sinaí, Moisés tomó la sangre y la derramó sobre el pueblo diciendo: “Ésta es la sangre de la Alianza”.

Pero ahora no es la sangre de la víctima de un sacrificio, sino la de Jesús crucificado. Por lo tanto, se trata de una nueva Alianza entre Dios y los hombres. La eucaristía es la comunión perfecta con el amor de Dios.

Quien participa en ella comparte el testamento de amor y de vida que el Padre ha comunicado a su Hijo Jesús para la salvación del mundo.

Cristo da su vida por nosotros. A cada uno de sus discípulos se le pide dar su vida por sus hermanos. En la eucaristía reside la fuerza de la entrega y la caridad.

Enviado por:
Jesús Manuel Cedeira Costales.

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