Un tiempo para la búsqueda y el encuentro. Nos ofrece la posibilidad de tiempo de reflexión que nos encamina en los pasos de Jesús y nos invita a compartir su misión de dar la vida.
Cuaresma es tiempo de discernimiento interior para morir a todo aquello que nos aleja de Dios y de los demás, que nos impide abrazar su voluntad y construirla en nuestras vidas.
Cuaresma es tiempo de purificación, que nos recuerda la tentación del egoísmo, del poder, de la riqueza, del individualismo, de la indiferencia… que lentamente carcomen y corroen nuestra fidelidad al Reino.
Cuaresma es tiempo de solidaridad activa, pues el Dios de la Vida no quiere sacrificios sino solidaridad, vida y bienes compartidos, entrega y compromiso por la Justicia, como nos lo recuerda el hermoso texto de Isaías 58, 1-14, que leemos en la liturgia de la Primera Semana de este tiempo.
Tiempo de búsqueda y encuentro
Para morir a nuestro pecado, personal y colectivo, para morir a todo lo que pone escollos, desvía o derrumba el proyecto solidario del Reino por el cual Jesús dio la vida y resucitó.
Para el compromiso personal
Las lecturas bíblicas de cada día de Cuaresma son una excelente invitación a la búsqueda y el encuentro.
Anímate a dedicar unos minutos diarios a la oración con la Biblia.
Intenta contagiar a las personas con las que vives para encontrar un día en la semana y hacer lectura orante con la Palabra de Dios.
Puedes incluso tomar un cuaderno y escribir en él cada día una pequeña reflexión a partir de la lectura. Verás como vas construyendo un itinerario a la luz de la Palabra que te lleva a la conversión y al encuentro con Jesús.
Enviado por:
Jesús Manuel Cedeira Costales.