Hasta ahora hemos tomado del Corazón de Jesús aquellas
palabras que condenan el pecado.
Ahora Jesús quiere sugerirnos también el medio
con el que podemos evitar la huida de las ocasiones peligrosas. No hay
escapatoria. ¿Quieres huir del pecado? Debes necesariamente evitar las
ocasiones.
Reza, confiésate, pero si no huyes de las ocasiones peligrosas todo
será tiempo malgastado.
¿Cuáles son las compañías que frecuentas?
¿Quizá se
encuentran allí personas con las que permites confidencias que hacen llorar a
tu ángel custodio?
¿Se encuentra acaso alguna persona que te insinúa dudas
sobre la fe, que susurra palabras que repugna oírlas, que te aleja de tus
prácticas de piedad?
¿Cuáles son tus diversiones?
¿Son acaso ciertos
lugares donde todos pierden la vergüenza, donde las pasiones se levantan
impetuosas?
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira
Costales
Fuente: webcatolicodejavier.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.