Por decisión del Papa Francisco, el lunes después de
Pentecostés es obligatoria la Memoria de María Madre de la Iglesia. Publicado
hoy el decreto
La
Iglesia, el Concilio, los Pontífices y la maternidad espiritual de María
El decreto empieza con estas palabras: «La gozosa
veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales,
a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no
podía olvidar la figura de aquella Mujer (cf. Gál 4,4), la Virgen María, que es
Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia».
El Cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para
el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, presenta el documento – que
ordena la celebración y la inscripción de la memoria de la “Bienaventurada
Virgen María Madre de la Iglesia” en el Calendario Romano General.
Y hace hincapié en que «el motivo de la celebración es
descrito brevemente en el mismo decreto, que recuerda la madurada veneración
litúrgica a María tras una mejor comprensión de su presencia “en el misterio de
Cristo y de la Iglesia”, como ha explicado el capítulo VIII de la Lumen Gentium
del Concilio Vaticano II».
Recordando luego, al beato PabloVI, a san Juan Pablo
II, además del magisterio de otros pontífices, el purpurado señala también que
el Papa Francisco ha establecido esta celebración «considerando la importancia
del misterio de la maternidad espiritual de María, que desde la espera del
Espíritu en Pentecostés (cf. Hch 1,14) no ha dejado jamás de cuidar
maternalmente de la Iglesia, peregrina en el tiempo».
Tres
misterios del amor de Dios al mundo: la Cruz de Cristo, la Hostia y la Virgen
«Esperamos que esta celebración, extendida a toda la
Iglesia, recuerde a todos los discípulos de Cristo que, si queremos crecer y
llenarnos del amor de Dios, es necesario fundamentar nuestra vida en tres
realidades: la Cruz, la Hostia y la Virgen –Crux, Hostia et Virgo. Estos son
los tres misterios que Dios ha dado al mundo para ordenar, fecundar, santificar
nuestra vida interior y para conducirnos hacia Jesucristo. Son tres misterios
para contemplar en silencio (R. Sarah, La fuerza del silencio, n. 57).
El Cardenal Sarah escribe asimismo que esta celebración
está en el Calendario proprio de algunos países como Polonia y Argentina. El
decreto establece asimismo que «donde la celebración de la bienaventurada
Virgen María, Madre de la Iglesia, ya se celebra en un día diverso con un grado
litúrgico más elevado, según el derecho particular aprobado, puede seguir
celebrándose en el futuro del mismo modo».
Artículo
enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuentes:
https://es.aleteia.org
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