8 de mayo de 2020
Hermano:
Inscribe tu nombre en mi corazón.
Dios mío, eres el que habitas en lo íntimo de mi ser y
me llamas, en este mes encerrado, a convertirme en peregrino por el corazón
para ahí encontrarme contigo.
En mi corazón eres la fuente de la gracia y me das de
beber por la fe, la adoración, la esperanza y el amor.
Quiero ser peregrino por el corazón hasta tocarte,
deseo tocarte y necesito que me toques.
En el silencio más profundo de mi intimidad, quiero
decirte: Creo en ti, luz de luz Te adoro, Señor mío y Dios mío Espero en ti con
toda confianza Te amo con todo mi ser.
Y recibo en el corazón a todos los que niegan tu
corazón.
Te pido misericordia para ellos, la salvación para
todos.
Quiero peregrinar por el corazón hasta el corazón de
tu madre, mi madre, Nuestra Señora.
En su corazón,
eres Tú el que esperas mi corazón.
Y, en este mes de mayo, me hago peregrino por el
corazón: por mi corazón marcharé y en el corazón de la Madre escucharé el
latido misericordioso de tu corazón.
Enviado
por:
Jesús Manuel
Cedeira Costales.
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