13 de mayo de 2020
Hermano:
¡Dios es bueno!
La esperanza cristiana es la espera de algo que ya se
ha cumplido; está la puerta allí, y yo espero llegar a la puerta.
¿Qué tengo que hacer? ¡Caminar hacia la puerta!
Estoy seguro de que llegaré a la puerta. Así es la
esperanza cristiana: tener la certeza de que yo estoy en camino hacia algo que
es, no que yo quiero que sea.
Esta es la esperanza cristiana.
La esperanza cristiana es la espera de algo que ya ha
sido cumplido y que realmente se realizará para cada uno de nosotros.
También nuestra resurrección y la de los seres
queridos difuntos, por tanto, no es algo que podrá suceder o no, sino que es
una realidad cierta, en cuanto está enraizada en el evento de la resurrección
de Cristo.
Esperar, por tanto, significa aprender a vivir en la
espera.
Cuando una mujer se da cuenta de que está embarazada,
cada día aprende a vivir en la espera de ver la mirada de ese niño que vendrá.
Así también nosotros tenemos que vivir y aprender de
estas esperas humanas y vivir la espera de mirar al Señor, de encontrar al
Señor.
Esto no es fácil, pero se aprende.
Enviado
por:
Jesús Manuel
Cedeira Costales.
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