Se le llama palio o baldaquino a un dosel (especie
de toldo) que sostenido por varales se utiliza en las procesiones para
resguardar al sacerdote que lleva el Santísimo Sacramento, reliquias o
imágenes. Suele estar bordado ricamente en sus caídas (bambalinas), así como en
el techo o cielo. Para el mismo efecto, lo usan también los reyes, el papa y
otros prelados en ciertas funciones y en su entrada pública en las ciudades. Es
costumbre que el obispo diocesano, al tomar posesión de su catedral, haga su
primer ingreso solemne bajo palio.
El palio, tal como se conoce en las iglesias
católicas, es un paño rectangular, sostenido por cuatro o más varas, siempre en
número par, que van unidos a los lados más largos de aquel; hay el sencillo y
el armado en un bastidor rectangular.
Origen
El origen del palio que trata este artículo pudo ser
el dosel que quizás debió cobijar antes el trono de los reyes que la silla
papal.
No falta quien crea que ese modo de expresión de un
respeto religioso tiene su origen en los pueblos asiáticos, por lo siguiente:
Estos acostumbraban a colocar a sus divinidades bajo
palios, a falta de templos, que su vida errante no les permitía tener, hasta
que construyeron casas y ciudades.
La forma primitiva del palio es la tienda, cuyo
recuerdo tardó mucho tiempo en desaparecer, pues el hombre opulento rodeó de
cortinas su lecho. Recuerda en cierto modo la tienda en la que reposaba el Arca
de la Alianza, que contenía las Tablas de la Ley durante el éxodo del pueblo de
Israel en el desierto.
Artículo
enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuente:
wikipedia.org
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