En lo alto de Monsacro, en una pequeña meseta cercana a la
cumbre, se erigen dos pequeñas capillas de época bajomedieval separadas por el
Prau del Ermitaño. El emplazamiento de las ermitas no es casual, ya que el
conjunto del Monsacro es tenido por mágico y sagrado desde tiempos
prehistóricos.
Según la historiografía en el lugar donde hoy se erige la
ermita de Santiago se desarrolló un culto desde tiempos prehistóricos, que iba
más allá del propio lugar de la construcción y se extendía a todo el macizo del
Monsacro. Aquí venían a enterrar a sus muertos los pueblos de cultura celta que
habitaban la zona. El sentido animista de estas sociedades les empujaba a
enterrarlos en lugares telúricos, es decir, que desprendiesen energía. En el
Monsacro y sus alrededores se ha constatado la presencia de dólmenes que
confirman estas suposiciones.
La primera de las dos ermitas que se levantó y de mayor
importancia, fue la de Santiago, también conocida como Capilla de Arriba, de
Santo Toribio y de Nuestra Señora de Monsacro, aunque la dedicación primera
correspondiere a Santa Catalina de Alejandría. Esto sucedió porque el lugar
había albergado las reliquias sagradas del Arca Santa (aunque anteriormente, se
dice que ya había dado cobijo a las reliquias de Liébana, traídas por Santo
Toribio).
Se cuenta que cuando en el año 614 los persas conquistan
Jerusalén, hubo éxodo general. Las reliquias de la cristiandad, entre ellas el
Santo Sudario fueron metidas en un Arca de madera y sacadas de la ciudad, es
posible que llegaran primero a Egipto, Cartago Nova, Sevilla año 636 y Toledo.
En el año 705 los musulmanes invaden España y las reliquias vuelven a viajar,
sin destino alguno y llegan hasta Asturias, siendo guardadas en el Monsacro. Se
cuentan leyendas, que indican que en estos lugares existen fabulosos tesoros
ocultos, piedras mágicas con supuestas propiedades curativas, etc. Razón por la
cual comenzó un peregrinaje de fieles que querían visitar tan míticos parajes y
tesoros. Hay que comentar que en ese tiempo el lugar no estaba dedicado al
culto cristiano de la Santa Misa. Es por ello que la Mitra de Oviedo manda
construir la ermita dedicada a Santa María Magdalena en el siglo XII, De esta
manera el cristianismo hizo suya la tradición que vinculaba el lugar a lo
sagrado.
Alfonso II a inicios del siglo IX, construye en su Palacio
de Oviedo una capilla de dos alturas y que sirve para guardar el Arca. Esta
edificación se conserva anexa, ahora mismo, a la Catedral y se la conoce como
La Cámara Santa.
En el año 1075 el rey Alfonso IV preside la apertura del
Arca y llega a Asturias con su hermana Urraca y con una nutrida corte entre
ellos Rodrigo Díaz de Vivar, el CID, que se había casado en Oviedo un año
antes. Se hace un recuento de las reliquias y se levanta acta.
El rey manda fabricar un Arca más noble, recubierta de
plata, que es la que se conserva hoy en la Cámara Santa de Oviedo, Patrimonio
de la Humanidad. Se dice que «Cualquiera que visite estas preciosas reliquias,
el reverendísimo obispo de la misma iglesia de Oviedo, le perdona un tercio de
la pena debida por sus pecados. Además, gana mil y cuatro años y cuarentena de
indulgencias»
Ambas ermitas fueron declaradas monumento histórico
artístico en 1992 y restauradas.
En su origen, la ermita se componía sólo de la planta
octogonal, añadiéndose el ábside más tarde. Este tipo de planta era comúnmente
adoptada por los templarios. Mirando al este se encuentra el ábside, que consta
de dos partes, una de tramo recto con bóveda de cañón, y otra semicircular, y
aunque hoy en día no se conserve ornamentación ninguna, se cree que al menos el
ábside tuvo pinturas. Junto a éste se encuentra un recinto excavado en la
ladera de la roca que se le nombra como La Cueva del Ermitaño”, de forma
trapezoidal. Parece que nunca estuvo habitada de forma sistemática, cumpliendo,
quizás, las veces de cabildo en otras iglesias. Recientes excavaciones en la
zona del ábside han permitido localizar la base del primitivo altar románico,
constatando que el suelo original de toda la ermita había sido la propia roca
en la que se asienta. La portada está resaltada y es de arco de medio punto,
siendo la construcción de mampostería excepto el semicírculo del ábside, de
sillares.
Se celebran cada año, y cada vez con más fuerza las
festividades de Santiago y la Magdalena, el domingo más cercano al 25 de julio
y el 15 de agosto respectivamente. Junto a la Magdalena se celebra la
festividad solemne de la Asunción.
Antes de estar guardada en la Catedral de Oviedo, el Arca
Santa se ocultó en el cercano concejo de Morcín, para proteger las reliquias de
la invasión musulmana. El camino entre las conocidas capillas del Monsacro y la
catedral ovetense es hoy un discreto camino de peregrinación, muy poco transitado,
que se busca recuperar como patrimonio cultural y deportivo.
Siglo VIII. El avance de las tropas musulmanas hace que las
reliquias sean sacadas a toda prisa de Toledo, mientras se les busca un lugar
seguro. Éste resulta ser un pequeño enclave en la falda del Monsacro, una mole
rocosa de poco más de mil metros, que los vecinos del concejo llaman
familiarmente la Magdalena.
Allí se cree que estuvo el Arca Santa hasta que, una vez
pasado el peligro, Alfonso II el Casto la trasladó hasta Oviedo, donde hoy es
objeto de culto. Esta ruta original de las reliquias es la que ahora busca
recuperar un proyecto del Ayuntamiento de Morcín, junto con el Arzobispado
ovetense.
No es que sea una idea insólita: durante los primeros siglos
de peregrinación a Oviedo, muchos romeros incluían Morcín en su ruta, motivo
por el que se asentaron las dos capillas que hoy forman parte del paisaje,
marcado también por un pequeño lago y unas excelentes vistas de la Asturias
central. La primera de las ermitas es la de Santiago o capilla de Arriba. La
planta principal -con un ábside añadido- es octogonal; una estructura que se
cree de origen templario, una orden muy ligada al Camino de Santiago. Un siglo
más tarde, en el XII, se construyó la capilla de la Magdalena para dedicarla al
culto.
Hoy en día las capillas del Monsacro son uno de los lugares
más visitados del concejo (toda la montaña es muy popular entre montañeros y
corredores, por sus posibilidades deportivas), y son además escenario de una
peregrinación en honor a Santiago que se celebra el mes de julio. Llegar aquí
no es complicado, aunque sí implica una subida empinada en el tramo final.
Recuperar la ruta original de las reliquias -unos trece
kilómetros de escasa dificultad- da la oportunidad de conectar con el Camino de
una forma más íntima, rescatando la esencia de los peregrinos originales al
recorrer un itinerario nada masificado. Un Camino aún por descubrir.
¡AL MONSACRO CON LOS ESTUDIANTES ¡
DOMINGO 27 Septiembre
Salida: 9.30 h desde la Casa de Hermandad de los Estudiantes
(Tenderina) en coches hasta los Llanos.
Vuelta: Al terminar (será antes de comer)
La ruta es totalmente asequible a todo el mundo sin
necesidad de condición física especial.
Subiremos con un guía por la ruta del Vía Crucis que hay en piedra
del Monsacro.
El Arzobispo de Oviedo Fr. Jesús Sanz Montes, ofm oficiará la misa de campaña allí
Enviado por: Jesús
Manuel Cedeira Costales.
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