lunes, 21 de septiembre de 2020

MONSACRO: CONOCE UN MONTE DE LEYENDA, CUNA DE NUESTRAS RELIQUIAS.

 



En lo alto de Monsacro, en una pequeña meseta cercana a la cumbre, se erigen dos pequeñas capillas de época bajomedieval separadas por el Prau del Ermitaño. El emplazamiento de las ermitas no es casual, ya que el conjunto del Monsacro es tenido por mágico y sagrado desde tiempos prehistóricos.

 

Según la historiografía en el lugar donde hoy se erige la ermita de Santiago se desarrolló un culto desde tiempos prehistóricos, que iba más allá del propio lugar de la construcción y se extendía a todo el macizo del Monsacro. Aquí venían a enterrar a sus muertos los pueblos de cultura celta que habitaban la zona. El sentido animista de estas sociedades les empujaba a enterrarlos en lugares telúricos, es decir, que desprendiesen energía. En el Monsacro y sus alrededores se ha constatado la presencia de dólmenes que confirman estas suposiciones.

 

La primera de las dos ermitas que se levantó y de mayor importancia, fue la de Santiago, también conocida como Capilla de Arriba, de Santo Toribio y de Nuestra Señora de Monsacro, aunque la dedicación primera correspondiere a Santa Catalina de Alejandría. Esto sucedió porque el lugar había albergado las reliquias sagradas del Arca Santa (aunque anteriormente, se dice que ya había dado cobijo a las reliquias de Liébana, traídas por Santo Toribio).

 

Se cuenta que cuando en el año 614 los persas conquistan Jerusalén, hubo éxodo general. Las reliquias de la cristiandad, entre ellas el Santo Sudario fueron metidas en un Arca de madera y sacadas de la ciudad, es posible que llegaran primero a Egipto, Cartago Nova, Sevilla año 636 y Toledo. En el año 705 los musulmanes invaden España y las reliquias vuelven a viajar, sin destino alguno y llegan hasta Asturias, siendo guardadas en el Monsacro. Se cuentan leyendas, que indican que en estos lugares existen fabulosos tesoros ocultos, piedras mágicas con supuestas propiedades curativas, etc. Razón por la cual comenzó un peregrinaje de fieles que querían visitar tan míticos parajes y tesoros. Hay que comentar que en ese tiempo el lugar no estaba dedicado al culto cristiano de la Santa Misa. Es por ello que la Mitra de Oviedo manda construir la ermita dedicada a Santa María Magdalena en el siglo XII, De esta manera el cristianismo hizo suya la tradición que vinculaba el lugar a lo sagrado.

 






Alfonso II a inicios del siglo IX, construye en su Palacio de Oviedo una capilla de dos alturas y que sirve para guardar el Arca. Esta edificación se conserva anexa, ahora mismo, a la Catedral y se la conoce como La Cámara Santa.

 

En el año 1075 el rey Alfonso IV preside la apertura del Arca y llega a Asturias con su hermana Urraca y con una nutrida corte entre ellos Rodrigo Díaz de Vivar, el CID, que se había casado en Oviedo un año antes. Se hace un recuento de las reliquias y se levanta acta.

 

El rey manda fabricar un Arca más noble, recubierta de plata, que es la que se conserva hoy en la Cámara Santa de Oviedo, Patrimonio de la Humanidad. Se dice que «Cualquiera que visite estas preciosas reliquias, el reverendísimo obispo de la misma iglesia de Oviedo, le perdona un tercio de la pena debida por sus pecados. Además, gana mil y cuatro años y cuarentena de indulgencias»

Ambas ermitas fueron declaradas monumento histórico artístico en 1992 y restauradas.

 

En su origen, la ermita se componía sólo de la planta octogonal, añadiéndose el ábside más tarde. Este tipo de planta era comúnmente adoptada por los templarios. Mirando al este se encuentra el ábside, que consta de dos partes, una de tramo recto con bóveda de cañón, y otra semicircular, y aunque hoy en día no se conserve ornamentación ninguna, se cree que al menos el ábside tuvo pinturas. Junto a éste se encuentra un recinto excavado en la ladera de la roca que se le nombra como La Cueva del Ermitaño”, de forma trapezoidal. Parece que nunca estuvo habitada de forma sistemática, cumpliendo, quizás, las veces de cabildo en otras iglesias. Recientes excavaciones en la zona del ábside han permitido localizar la base del primitivo altar románico, constatando que el suelo original de toda la ermita había sido la propia roca en la que se asienta. La portada está resaltada y es de arco de medio punto, siendo la construcción de mampostería excepto el semicírculo del ábside, de sillares.

 

Se celebran cada año, y cada vez con más fuerza las festividades de Santiago y la Magdalena, el domingo más cercano al 25 de julio y el 15 de agosto respectivamente. Junto a la Magdalena se celebra la festividad solemne de la Asunción.

 





Antes de estar guardada en la Catedral de Oviedo, el Arca Santa se ocultó en el cercano concejo de Morcín, para proteger las reliquias de la invasión musulmana. El camino entre las conocidas capillas del Monsacro y la catedral ovetense es hoy un discreto camino de peregrinación, muy poco transitado, que se busca recuperar como patrimonio cultural y deportivo.

Siglo VIII. El avance de las tropas musulmanas hace que las reliquias sean sacadas a toda prisa de Toledo, mientras se les busca un lugar seguro. Éste resulta ser un pequeño enclave en la falda del Monsacro, una mole rocosa de poco más de mil metros, que los vecinos del concejo llaman familiarmente la Magdalena.

Allí se cree que estuvo el Arca Santa hasta que, una vez pasado el peligro, Alfonso II el Casto la trasladó hasta Oviedo, donde hoy es objeto de culto. Esta ruta original de las reliquias es la que ahora busca recuperar un proyecto del Ayuntamiento de Morcín, junto con el Arzobispado ovetense.

No es que sea una idea insólita: durante los primeros siglos de peregrinación a Oviedo, muchos romeros incluían Morcín en su ruta, motivo por el que se asentaron las dos capillas que hoy forman parte del paisaje, marcado también por un pequeño lago y unas excelentes vistas de la Asturias central. La primera de las ermitas es la de Santiago o capilla de Arriba. La planta principal -con un ábside añadido- es octogonal; una estructura que se cree de origen templario, una orden muy ligada al Camino de Santiago. Un siglo más tarde, en el XII, se construyó la capilla de la Magdalena para dedicarla al culto.

Hoy en día las capillas del Monsacro son uno de los lugares más visitados del concejo (toda la montaña es muy popular entre montañeros y corredores, por sus posibilidades deportivas), y son además escenario de una peregrinación en honor a Santiago que se celebra el mes de julio. Llegar aquí no es complicado, aunque sí implica una subida empinada en el tramo final.

Recuperar la ruta original de las reliquias -unos trece kilómetros de escasa dificultad- da la oportunidad de conectar con el Camino de una forma más íntima, rescatando la esencia de los peregrinos originales al recorrer un itinerario nada masificado. Un Camino aún por descubrir.

 





¡AL MONSACRO CON LOS ESTUDIANTES ¡

 

DOMINGO 27 Septiembre

 

Salida: 9.30 h desde la Casa de Hermandad de los Estudiantes (Tenderina) en coches hasta los Llanos.

 

Vuelta: Al terminar (será antes de comer)

 

La ruta es totalmente asequible a todo el mundo sin necesidad de condición física especial.

 

Subiremos con un guía por la ruta del Vía Crucis que hay en piedra del Monsacro.

 

 



El Arzobispo de Oviedo Fr. Jesús Sanz Montes, ofm oficiará la misa de campaña allí













Enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales.

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