“Rezar el Rosario es mi más dulce ocupación y una
verdadera alegría, porque sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más
amable y generosa de las madres”. (San Francisco de Sales).
Con esta bonita frase viviremos el mes del Rosario, el
Mes de Octubre.
Al igual que el mariano mes de mayo, la tradición lo
dedica a contemplar a María, Nuestra Madre celestial, amable y generosa con sus
hijos fieles y nos invita a hacerlo meditando los misterios de la vida de
Cristo.
La palabra Rosario significa "Corona de
Rosas". Nuestra Señora ha revelado en varias ocasiones que cada vez que
dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que con cada
Rosario completo se le ofrece una corona de rosas.
La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es
la rosa de todas las devociones, por ello la más importante de todas y la que
es más agradable a la Madre del Señor.
Entre las varias formas y modos de honrar a la Madre
de Dios, que goza de culto y veneración preeminente a los ángeles y santos,
optando por las que son mejores en sí mismas y más gratas para Ella, es el rezo
del Santo Rosario la que ocupa el lugar relevante.
Vale la pena recordar que, en los mensajes de las
distintas apariciones de la Santísima Virgen, siempre ha insistido en el Rezo
del Rosario.
Es así como, por ejemplo, el 13 de mayo de 1917, Nuestra Señora,
insiste con vehemencia en el rezo del Rosario a los tres pastorcitos en Fátima
(Portugal).
Coronemos así a Nuestra Madre con la oración del santo
Rosario tal y como Ella misma pidió a los niños videntes de Fátima y como acto
de amor filial y devoción.
Roguemos su intercesión poderosa y principal
profundizando en los misterios de la vida de su Hijo, Nuestro Señor.
Artículo
enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
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