La señal de la Santa Cruz que los cristianos evocan en
momentos de peligro y para la protección del mal, tiene su significado. Cada
fiel cristiano debe saber persignarse para demostrar su pertenencia a Cristo.
“Toda nuestra vida, palabras, pensamientos y acciones,
están bajo el signo de la cruz, es decir, del amor de Cristo hasta el extremo.
Cada vez que hacemos la señal de la cruz, como al despertarnos, antes de las
comidas, ante un peligro o antes de dormir, expresamos nuestra pertenencia a
Cristo”.
En efecto, la fórmula para persignarse dicta: “Por la
señal de la santa cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Al explicar los gestos y las palabras de la liturgia
bautismal, los padrinos y los padres bautizados deben enseñar a los niños el
significado de la Señal de la Cruz.
Esto “ayuda a comprender el don que se recibe en este
sacramento y a renovar el compromiso de corresponder mejor a esta gracia”.
“los
catecúmenos adultos manifiestan su deseo de ser recibidos en la Iglesia,
mientras que los niños son presentados por sus padres y padrinos, que piden
para ellos el don del bautismo”.
“El celebrante y los padres hacen después el signo de
la cruz sobre la frente del niño, expresando así que está a punto de pertenecer
a Cristo, que nos ha redimido con la cruz”.
todos los fieles deberían averiguar cuál es la fecha
del propio bautismo, considerándolo un ‘nuevo cumpleaños’ en la vida
espiritual.
¿Por
qué se pide el nombre del bautizado?
“En el rito de acogida del bautismo, se pide el nombre
del que va a ser bautizado. El nombre indica la identidad de una persona. Dios
nos llama por nuestro nombre, nos ama personalmente. El bautismo despierta en
nosotros la vocación a vivir como cristianos, lo que implica una respuesta
personal por nuestra parte. Pero no termina ahí: a lo largo de los años, Dios
sigue llamándonos por nuestro nombre, para que cada día nos parezcamos más a su
Hijo Jesús”, aseguró.
“En este tiempo
de pascua, pidamos a la Virgen María que nos ayude a renovar la gracia del
bautismo que hemos recibido, para vivir cada día más unidos a Cristo como
miembros de la Iglesia”.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira
Costales.
Fuente: Papa Francisco audiencia
general de este miércoles 18 de abril de 2018 en la Plaza de San Pedro.
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