Todos los cristianos tienen la “obligación” y la
“misión” de evangelizar, pidiendo la gracia de ser “escuchadores del Espíritu”
para “estar en salida”, demostrando “cercanía a la gente” y partiendo “no de
las teorías sino de las situaciones concretas”. El pontífice reflexiona hoy
sobre el pasaje de los Hechos de los Apóstoles, donde un ángel del Señor le
dice a Felipe: “Levántate y ve hacia el mediodía, por la carretera que baja de
Jerusalén a Gaza; está desierta”.
Francisco explica que, después del martirio de
Esteban, “estallo una gran persecución” para los cristianos y “los discípulos
se dispersaron un poco por todas partes” en Judea, en Samaria. Pero
precisamente ese “viento de la persecución” – añade – empujó a los discípulos a
ir “más allá”.
Como hace el viento con las semillas de las plantas,
las lleva más allá y siembra, así sucedió aquí: ellos fueron más allá, con la
semilla de la Palabra, y sembraron la Palabra de Dios. Y así podemos decir,
bromeando un poco, que nació la ‘propaganda fide’. Así. De una persecución, de
un viento, llevaron la evangelización los discípulos. Y este pasaje que hoy
hemos leído, de los Hechos de los Apóstoles, es de una belleza grande… Pero es
un verdadero tratado de evangelización. Así evangeliza el Señor. Así anuncia el
Señor. Así quiere el Señor que evangelicemos.
Las
tres palabras de la evangelización
Francisco subraya que el Espíritu es el que empuja a
Felipe – y a los cristianos – a la evangelización. Esta, añade, “se estructura”
en tres palabras clave: “levántate”, “acércate” y “parte de la situación”.
La evangelización no es un plan bien hecho de
proselitismo: “Vamos aquí y hacemos muchos prosélitos, allá, y muchos…” No… Es
el Espíritu el que te dice como tienes que ir para llevar la Palabra de Dios,
para llevar el nombre de Jesús. Y comienza diciendo: “Levántate y ve”.
Levántate y ve a ese sitio. No existe la evangelización “de sofá”. “Levántate y
ve”. En salida, siempre. “Ve”. En movimiento. Ve al lugar que te dice la
Palabra.
Francisco recuerda los muchos hombres y las muchas
mujeres que dejaron patria y familia para ir a tierras lejanas a llevar la
Palabra de Dios. Y muchas veces, “no preparados físicamente, porque no tenían
los anticuerpos para resistir a las enfermedades de esas tierras”, morían
jóvenes o “martirizados”: se trata, dice el Papa – recordando las palabras que
le dijo un cardenal – de “mártires de la evangelización”.
Ninguna
teoría para evangelizar
El Pontífice explica que no hace falta un “vademecum
de la evangelización” sino que hace falta “cercanía”, acercarse “para ver lo
que pasa”, y “partir de la situación”, no de una “teoría”.
No se puede evangelizar en teoría. La evangelización
es un cuerpo a cuerpo, persona a persona. Se parte de la situación, no de las
teorías. Y anuncia a Jesucristo, y el valor del Espíritu le empuja a
bautizarlo. Ve más allá, ve, ve, hasta que sientas que ha terminado su obra.
Así hace la evangelización.
Estas tres palabras son claves para todos nosotros los
cristianos, que tenemos que evangelizar con nuestra vida, con nuestro ejemplo,
y también con nuestra palabra. “Levántate, levántate”; “acércate”: cercanía; y
“parte de la situación”, la concreta. Un método sencillo, pero es el método de
Jesús.
Jesús evangelizaba así. Siempre en camino, siempre en
la calle, siempre cercano a la gente, y siempre partía de las situaciones
concretas, de lo concreto. Evangelizar solo se puede con estas tres actitudes,
pero bajo la fuerza del Espíritu. Sin el Espíritu ni siquiera estas tres
actitudes sirven. Es el Espíritu el que nos empuja a levantarnos, a acercarnos,
y a partir de las situaciones.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira
Costales.
Fuente: Homilía del Papa
Francisco el 19-04-2018 en Casa Santa Marta, Aleteia.
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