Los fieles de la Iglesia recuerdan la Presentación del Niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen Santísima.
Esta fiesta representa la observancia de la Ley de Moisés por los padres de Jesús que mandaba a las madres a presentar a los recién nacidos en el templo, una vez cumplidos los 40 días después de dar a luz.
El oficio religioso se inicia en el atrio de la iglesia.
comienza con la bendición de las candelas.
Las cuales van siendo encendidas por los fieles para luego continuar a oscuras hacia la iglesia, que se ilumina con las velas.
El religioso encabeza la marcha cargando al Niño Dios de la Parroquia, y celebra la Santa Misa.
Al finalizar procede a bendecir las imágenes de los Niños Jesús, que cada uno de los fieles habían depositado previamente en las gradas del Altar Mayor.
Es tradición que cada 2 de Febrero los feligreses llevan sus imágenes del Niño Jesús para que reciban la bendición.
Al regresar a sus hogares lo colocan en un lugar especial donde permanecerá todo el año.
El 2 de Febrero también los católicos proceden a levantar los nacimientos que elaboraron en Diciembre con motivo de la Natividad de Jesús.
Los padres que bautizaron a sus hijos en el año anterior pasan a sus hijos por el manto de la Virgen implorando su protección y las madres embarazadas son bendecidas implorando un feliz parto de sus criaturas.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
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