San Juan Evangelista es considerado
el patrón de la juventud cofrade por ser el más joven de los discípulos de
Jesús. Lo que comenzó siendo una celebración de una
cofradía se ha ido generalizando, y en la actualidad participan hermanos de
muchas cofradías en su mayoría jóvenes.
San Juan Evangelista
Fue uno de los 12 apóstoles (No
confundir con Juan el Bautista). Trabajaba como pescador en Galilea y era hermano
de otro de los apóstoles, Santiago el Mayor. Los evangelios en ocasiones se
refieren a los dos hermanos como los hijos de Zebedeo que era su padre. Como
hemos dicho al principio era el más joven de todo el grupo de apóstoles.
Suele
ser una figura habitual en los pasos de Semana Santa porque estuvo al pie de la
cruz junto a María. En la iconografía se le representa mediante un águila por
el alto valor teológico de sus escritos.
Juan siempre forma parte del grupo
restringido que Jesús lleva consigo en determinadas ocasiones. Está junto a
Pedro y Santiago cuando Jesús, en Cafarnaún, entra en casa de Pedro para curar
a su suegra (cf. Mc 1,29); lo sigue cuando sube a la montaña para
transfigurarse (cf. Mc 9,2); está cerca de él en el Huerto de Getsemaní antes
de la Pasión (cf. Mc 14,33) y poco antes de la Pascua, cuando Jesús escoge a
dos discípulos para enviarles a preparar la sala para la Cena, les encomienda a
él y a Pedro esta misión (cf. Lc 22,8)
Según la tradición, Juan es “el
discípulo predilecto” que se recuesta sobre el pecho del maestro durante la
última Cena (cf. Jn 13,25), se encuentra al pie de la cruz junto a la Madre de
Jesús (cf. Jn 19,25) y, por último, es testigo tanto de la tumba vacía como de
la presencia del Resucitado (cf. Jn 20,2;21,7).
Esta relación de familiaridad y
amistad entre Juan y Jesús tiene una lección importante para nuestra vida. El
Señor quiere que cada uno de nosotros sea un discípulo que viva una amistad
personal con él. Esto sólo es posible, como hemos dicho, en el marco de una
relación de familiaridad, impregnada del calor de una confianza total. Es lo
que sucede entre amigos.
Por esto, Jesús
dijo un día: “Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos.(…)
No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros
os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a
conocer” (Jn 15, 13.15)
En el evangelio de Juan, Jesús
pronuncia estas palabras: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a
los otros. Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los
otros” (Jn 13, 34).
¿Dónde está la novedad del
mandamiento nuevo al que se refiere Jesús? Está en el hecho de que él no se
contenta con repetir lo que exigía el Antiguo Testamento y que leemos también en
los otros Evangelios: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19, 18; cf. Mt 22,
37-39; Mc 12, 29-31; Lc 10, 27). En el mandamiento antiguo el criterio
normativo estaba tomado del hombre (“como a ti mismo”), mientras que, en el
mandamiento referido por San Juan, Jesús presenta como motivo de nuestro amor
su misma persona: “Como yo os he amado”.
Así el amor resulta de verdad
cristiano, cuando no tiene otra medida que el no tener medida.
Artículo
enviado por: Jesús Manuel
Cedeira Costales
Fuentes:
www.lapiedad.es
Texto palabras pronunciadas en las Audiencias
Generales realizadas por el Papa emérito Benedicto XVI los días 5 de Julio y 9
de Agosto de 2006 www.vatican.va
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