Sevilla celebra cada 8 de diciembre festividad de la Inmaculada Concepción desde mucho antes que se estableciera el dogma en 1854.
Así, desde 1966, tras cumplir el centenario de la proclamación, se encuentra en la Catedral hispalense un cuadro de Alfonso Grosso (1893-1983) que lo recuerda, una de las pocas obras que se conservan en el primer templo de la ciudad del siglo XX.
Se trata de un óleo sobre lienzo que se ubica sobre la puerta que da al Patio de los Naranjos, la conocida como Puerta de la Inmaculada o de la Concepción, sobre el Altar del Jubileo. De grandes dimensiones, fue pintado en tan sólo un año, en el Palacio de las Dueñas.
El cuadro recoge el momento en que el Beato Pío IX (Papa Pío Nono), revestido de capa blanca y con la tiara papal, firma la bula del Dogma de la Inmaculada Concepción de María, la cual es soportada por un ángel. Bajo él, un escudo donde se lee ROMA 1854.
El cuadro se centra con la representación de la Inmaculada Concepción de María, con la particularidad de poseer el rostro de la Virgen de la Esperanza Macarena.
Arrodillado ante Ella, aparece el arzobispo de Sevilla portando capa azul, privilegio especial concedido a Sevilla, desde donde se extendió a toda España.
Se trata del Beato Marcelo Spínola. Delante de él, un seise vestido de azul baila celebrando el acontecimiento, que representa al Santo seise de Sevilla canonizado por el papa Francisco, San Manuel González.
En tercer plano, otro seise porta el estandarte de la Sacramental del Sagrario. También aparece un nazareno de la Hermandad del Silencio, cofradía que ya desde el 29 de septiembre de 1615 realizó el voto de fe y defensa de la Concepción Inmaculada de la Virgen, siendo la pionera de las cofradías sevillanas. Porta la bandera concepcionista de la corporación.
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enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuerte: Sevilla Secreta. Texto de Fernando del Marco
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