El fin de un año nos
aboca inmediatamente al comienzo de otro nuevo, pero no como un eterno retorno
de lo mismo, sino como un itinerario de profundización en nuestra vida
cristiana de nuestro conocimiento, amor e imitación de Jesucristo, y de deseo
de alcanzar la meta definitiva: la vida con Dios.
María, Madre de Dios, que abre este nuevo año, nos abrió
también la puerta a esa vida divina, la de su Hijo.
¡Formación Cofrade de La Hermandad de Los Estudiantes de Oviedo os desea Feliz 2022!
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