Dentro de la Iglesia, una cofradía es una asociación
de fieles o bautizados, unidos para hacer el bien y ayudarse en su vida
cristiana.
Según el CDC (cc. 298-329) las asociaciones de
fieles buscan: - el fomento de una vida más perfecta; - la promoción del culto
público; - la promoción de la doctrina cristiana; - las obras de apostolado y
de caridad; - la transformación de la sociedad.
Una asociación de fieles trata de llevar a cabo la
misión de la Iglesia: comunión, evangelización, celebración y compromiso.
La tipología puede ser: - Pía unión: para obras de
caridad o piedad. - Hermandad: una pía unión organizada como comunidad
orgánica. - Cofradía: hermandad para el culto divino y para obras de caridad.
En una cofradía, se hace realidad que fe y obras van
unidos ("a Dios rogando y con mazo dando"); Culto y compromiso
unidos; y el claro protagonismo de los fieles laicos.
Titularía la misión de una cofradía hoy:
"Evangelizar desde la memoria para la esperanza".
Las cofradías, tradicionalmente, se han centrado en
estos campos: - misterios de misión y muerte del Señor; - devociones
sacramentales; - piedad mariana; -culto a los difuntos.
¿Qué
se pide hoy de una cofradía?
Una cofradía es la religión, con sabor a pueblo. -
Su fin: culto y apostolado, unidos. -Su identidad: cristiana y eclesial. -
Sirven: para ayudar a vivir la fe (no puntualmente, sino permanentemente); son
modelos de referencia para la comunidad y, por lo mismo evangelizadoras;
conservan tradiciones abriéndolas al futuro. - Peligros que se pueden detectar:
desentendimiento general ("sólo compromete el pago de la cuota anual);
mucho culto y poco compromiso social o coherencia de vida; mucha veneración de
las "imágenes estáticas" y poco compromiso con las imágenes vivientes
(hombres); mucha importancia a la pasión-muerte del Señor y poco a la
resurrección y al sacramento vivo de la Eucaristía.
Se pide a las cofradías, fomentarlas, no quitarlas,
pero desde un discernimiento, sin confundir continente y contenido. - Formar a
los cofrades. - Compromiso doble: cultual y apostolado. - Potenciar una
espiritualidad de solidaridad: Cristo sufriente sigue vivo en los sufrientes de
hoy. - No perder el sentido cristiano de una Cofradía, dejándose manipular por
otros intereses (económicos, folklóricos, turísticos, etc.). - Que tenga
actividades y continuidad durante todo el año.
Algunas formas de construir y revitalizar una cofradía.
Saber que una cofradía tiene los mismos fines que la Iglesia: mostrar el amor de Dios a los hombres, en Jesucristo, y lograr la santidad de todos sus miembros.
Las formas de una cofradía deben ser sinceras, dignas y sencillas.
El amor al prójimo debe ser concreto y real, y no fingido o superficial. Y con gestos concretos, que partan de la misma Cofradía o que apoyen otras iniciativas.
La cofradía debe ayudarnos, en resumen, a renovar nuestro compromiso de cristianos.
Establecer entre todos, los medios adecuados para la formación de los miembros de la Hermandad.
Cumplir con fidelidad los estatutos, en cuanto a sus cargos, funciones y tareas, sabiendo que las leyes marcan los mínimos imprescindibles y el Evangelio los máximos hacia los que se ha de tender: hemos de trabajar desde las normas hacia el Espíritu con ilusionado tesón.
Hacer que la Cofradía sea un ámbito de participación creativa y comunitaria, sin protagonismos individualistas, para la búsqueda de objetivos comunes que ilusionen a todos, no sólo en el esplendor externo, sino, sobre todo, en la fecunda organización de la "trastienda", que no se ve pero que es mucho más importante.
Poner tanto amor, tanto cariño y tanto tesón que las dificultades no puedan ocultar la luz del amor a Cristo y a María, en el servicio al prójimo más necesitado y en los lazos de la amistad cofrade. Si el orgullo impide la amistad y los gastos suntuarios la solidaridad, entonces no hay Hermandad o Cofradía posible por mucho que así se las llame o tengan siglos de antigüedad.
Las formas de una cofradía deben ser sinceras, dignas y sencillas.
El amor al prójimo debe ser concreto y real, y no fingido o superficial. Y con gestos concretos, que partan de la misma Cofradía o que apoyen otras iniciativas.
La cofradía debe ayudarnos, en resumen, a renovar nuestro compromiso de cristianos.
Establecer entre todos, los medios adecuados para la formación de los miembros de la Hermandad.
Cumplir con fidelidad los estatutos, en cuanto a sus cargos, funciones y tareas, sabiendo que las leyes marcan los mínimos imprescindibles y el Evangelio los máximos hacia los que se ha de tender: hemos de trabajar desde las normas hacia el Espíritu con ilusionado tesón.
Hacer que la Cofradía sea un ámbito de participación creativa y comunitaria, sin protagonismos individualistas, para la búsqueda de objetivos comunes que ilusionen a todos, no sólo en el esplendor externo, sino, sobre todo, en la fecunda organización de la "trastienda", que no se ve pero que es mucho más importante.
Poner tanto amor, tanto cariño y tanto tesón que las dificultades no puedan ocultar la luz del amor a Cristo y a María, en el servicio al prójimo más necesitado y en los lazos de la amistad cofrade. Si el orgullo impide la amistad y los gastos suntuarios la solidaridad, entonces no hay Hermandad o Cofradía posible por mucho que así se las llame o tengan siglos de antigüedad.
Artículo
enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
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