La Liturgia de las Horas es la serie de
salmos, cánticos, lecturas de la Escritura, antífonas y otras oraciones que
forman la liturgia diaria a través de Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y
Completas.
Quiero compartir las siete razones que aporta el rezar diariamente
la Liturgia de las Horas, conocido también como Oficio Divino.
- Nos proporciona un lenguaje para la Oración: Si a veces es difícil encontrar las palabras, los textos de la Liturgia de las Horas forman la Biblia en oración, y sin duda son un gran hilo conductor para el diálogo cotidiano con Dios.
- Nos enseña quién es Dios, quién es la Iglesia y quiénes somos nosotros.
- Forma nuestra identidad como miembros del Cuerpo de Cristo. La liturgia hace mucho más que decirnos quién es Dios y quiénes somos nosotros. También nos guía para que seamos lo que Dios quiere que seamos.
- El Oficio Divino nos ayuda a rezar a un nivel más profundo que nuestros sentimientos o experiencia. La liturgia es un compromiso diario, no un compromiso para “cuando me apetece”.
- El Oficio Divino nos enseña a ser humildes, obedientes, fieles y pacientes.
- El Oficio Divino nos ayuda a
crecer en intimidad con Dios. He comparado la liturgia con el matrimonio y
es una analogía apropiada, porque como el matrimonio, el Oficio Diario
tiene que ver con el amor.
- El Oficio Divino nos recuerda que cada día podemos alcanzar la eternidad: es una invitación a ver a Dios, la vida y la humanidad desde el punto de vista del cielo, no de la tierra.
Artículo
enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales.
Fuente:
InfoVaticana
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