La bendición de una Corona de Adviento tiene lugar el primer
domingo de Adviento o en la noche antes del primer domingo de Adviento.
La celebración de Adviento implica pasar un tiempo de
preparación espiritual para la venida de Jesucristo en la Navidad.
En el cristianismo occidental, el tiempo de Adviento
comienza cuatro domingos antes del día de Navidad, o el domingo, que cae más
cercano al 30 de noviembre y dura hasta la víspera de Navidad, o el 24 de
diciembre.
La palabra "Adviento" proviene del Latín:
"adventus", que significa "llegada" o "venida",
sobre todo de algo que tiene gran importancia, y para nosotros, el nacimiento
del Salvador es algo de muchísima importancia.
El uso de la Corona de Adviento es una práctica tradicional
que ha encontrado su lugar en la Iglesia y en el hogar en el tiempo de
Adviento.
La bendición de una Corona de Adviento tiene lugar el primer
domingo de Adviento o en la noche anterior a este
Cuando la bendición de la Corona de Adviento se celebra en
el hogar, es apropiado que sea bendecido por el padre o por la madre o ambos
inclusive.
Oración de Bendición de la Corona de Adviento
Lo primero que todos hacer es la señal de la cruz, luego el
Guía toma la palabra y dice:
Nuestro auxlio está en el nombre del Señor.
Todos responden: ¡Quién hizo el cielo y la tierra!
Luego de esto, el guía debe leer un fragmento de las
Sagradas Escrituras. Entre ellas puede escoger:
Isaías 9,1-2.5-6:
"El pueblo que
caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el
país de la oscuridad ha brillado una luz. Tú has multiplicado la alegría, has
acrecentado el gozo; ellos se regocijan en tu presencia, como se goza en la
cosecha, como cuando reina la alegría por el reparto del botín... Porque un
niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus
hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre
para siempre, Príncipe de la paz". Su soberanía será grande, y habrá una
paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo
sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del
Señor de los ejércitos hará todo esto"
Isaías 63,16-17.19:
"Porque Tú eres
nuestro padre, porque Abraham no nos conoce, ni Israel se acuerda de nosotros.
¡Tú, Señor, eres nuestro padre, "nuestro Redentor" es tu Nombre desde
siempre! ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros
corazones para que dejen de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las
tribus de tu herencia!... ¡Desde hace mucho tiempo, tú no nos gobiernas, y ya
no somos llamados por tu Nombre! ¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las
montañas se disolverían delante de Ti"
Isaías 64,2-7:
"Cuando hiciste
portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún
ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan
en él. Tú vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de
tus caminos. Confesión de los pecados y súplica. Tú estás irritado, y nosotros
hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en
una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos
marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No
hay nadie que invoque tu Nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti,
porque Tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas.
Pero tú, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tu, nuestro
alfarero: ¡todos somos la obra de tus manos!”
Al terminar la Lectura, el Guía debe cooncluir
diciendo:"Palabra del Señor"
Todos responden: ¡Amén! Gracias Señor
Con las manos juntas, el Guía dice la siguiente oración:
Señor Dios nuestro, Te alabamos por tu Hijo, Jesucristo: Él
es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, Él es la sabiduría que enseña y nos
guía, Él es el Salvador de todas las naciones. Señor Dios, deja que tu bendición venga sobre nosotros
mientras encendemos las velas de esta corona. Que la corona y su luz sean
signos de la promesa de Jesucristo para traernos la salvación. Que él venga
pronto y no se demore. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro
Señor."
Todos responden: ¡Amén!
Al concluir esta bendición, pueden colocar una canción de
preparación para el Adviento para los niños.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuente:
pildorasdefe.net
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