Imagen Románica de San Salvador en la Catedral de Oviedo y Patrono de la ciudad de Oviedo.
Bajo su advocación estaba la basílica levantada por Fruela I y reconstruida por Alfonso II que desapareció con las reformas góticas llevadas a cabo en la Catedral.
El Santísimo Salvador es el nombre por excelencia de Cristo.
Recuerda el milagro de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor ante los apóstoles San Pedro, San Juan y Santiago.
Rivaliza en la devoción popular, y antiguamente como centro de peregrinaciones, con Santiago. En alusión a esta rivalidad, surgieron muchas coplas y romances tan conocidos como el que dice así: «Quien va a Santiago y no a San Salvador, visita al Criado y deja al Señor».
Su festividad se celebra el 6 de agosto, cuarenta días antes de la Exaltación de la Cruz. Si bien hoy tiene menos importancia que las conmemoraciones en honor a San Mateo, anualmente se celebra una misa solemne en la Catedral. Durante la cual se bendicen los ramos de laurel que los devotos colocan sobre la talla policromada de San Salvador y que luego llevan a sus casas como protección contra las tormentas.
La imagen románica del Santo, del siglo XII-XIII, presidía el altar durante la Edad Media hasta la construcción de la cabecera gótica.
Actualmente se ubica en un pilar entre el crucero y la capilla mayor de la Catedral. Se trata de una talla policromada, en torno a la cuál se han creado diversas leyendas que convocan la devoción y genuflexión de los peregrinos.
S.S. EL PAPA JUAN PABLO II fiel a la milenaria tradición de la cristiandad del peregrino el 20 de agosto de 1989 desde Santiago de Compostela a esta Sancta Ovetensis en la que veneró con profundo recogimiento la imagen del Salvador y las insignes reliquias de la Cámara Santa.
Artículo enviado por: Jesús Manuel Cedeira Costales
Fuente: el.tesorodeoviedo.es
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