La devoción a San
Nicolás es un hecho asombroso en extensión e intensidad. miles de iglesias bajo
su advocación en todo el mundo. los niños de muchos países esperan de él los
juguetes.
Obispo
de Mira
San Nicolás fue obispo
de la ciudad de Mira, en Licia, Asia Menor (corresponde a la localidad turca
llamada actualmente Dembre), en el s. IV, y sus reliquias se veneran en Bari
(Italia). Muy pocos son los datos que se conocen de la vida de este santo,
puesto que no existen testimonios auténticos contemporáneos. Sus biografías más
antiguas son de algunos siglos posteriores a la época en que se cree que vivió.
Se considera que nació en Patara (Asia Menor) alrededor del año 270, y que
murió un día 6 de diciembre de un año entre 345 y 352.
Lo poco que se conoce
de la figura de San Nicolás contrasta fuertemente con la universalidad de su
fama y de su culto, con la popularidad de que goza en oriente y en occidente,
aun en los tiempos modernos, y con la abundancia de leyendas creadas en torno a
él. Fue tan popular en la antigüedad, que se le han consagrado en el mundo más
de dos mil templos. Era y es invocado en los peligros, en los naufragios, en
los incendios y cuando la situación económica se ponía difícil, y la gente
conseguía por su intercesión favores admirables.
Existen muchas obras
que hablan de la vida del santo. Entre ellas destaca una compilación de San
Metodio, Arzobispo de Constantinopla, que ofrece un resumen de todas las
piadosas y maravillosas historias que se contaban de él.
Según estas historias,
ya desde el nacimiento de Nicolás los prodigios se suceden uno tras otro: Desde
niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres.
Decía a sus padres: "sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios
nos ha dado tanto". La generosidad es una virtud que siempre se ha
asociado a este santo.
Fue ordenado sacerdote
por un obispo tío suyo. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una
epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus
riquezas entre los pobres y se fue a un monasterio. Después de visitar Tierra
Santa llegó a la ciudad de Mira (Turquía) donde fue elegido obispo. Su elección
se consideró un designio divino.
Devoción
y reliquias
San Nicolás es
especialmente famoso por los numerosos milagros que lograba conseguir de Dios.
Se le representaba con unos niños, porque se contaba que un criminal había
herido a cuchillo a varios niños, y el santo al rezar por ellos obtuvo su
curación instantánea.
También pintan junto a
él a una joven, ya que se dice que en su ciudad había un anciano muy pobre con
tres hijas a las que no lograba casar por su extrema pobreza; el santo, por
tres días seguidos, cada noche le echó por la ventana una bolsa con monedas de
oro, y así el anciano logró casarlas.
Otra historia cuenta
como estando unos marineros en medio de una terribilísima tempestad en alta
mar, empezaron a decir: "Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen obispo
Nicolás, sálvanos". Y en ese momento vieron aparecer sobre el barco a San
Nicolás, el cual bendijo al mar, que se calmó, y en seguida desapareció. Por
esto es considerado también patrono de los marineros.
En otra ocasión iban a
condenar injustamente a tres amigos suyos que estaban muy lejos. Ellos rezaron
pidiendo a Dios que por la intercesión de Nicolás, su obispo, los protegiera, y
esa noche en sueños el santo se apareció al juez y le dijo que no podía
condenar a esos tres inocentes; así, al siguiente día fueron absueltos.
Cuando el emperador
Licinio decretó una persecución contra los cristianos Nicolás fue encarcelado y
azotado, pero siguió aprovechando toda ocasión que se le presentaba para hablar
del cristianismo a cuantos trataban con él. Luchó contra la idolatría, y
convirtió a judíos y árabes. Una vez muerto, el poder milagroso del santo
seguía asistiendo a todos aquellos que le invocaban.
En Roma ya en el año
550 le habían construido un templo en su honor. En 1087, las reliquias de San
Nicolás fueron trasladadas a Bari: según la tradición —avalada por un documento
del s. XII— cuando los mahometanos invadieron Turquía, un grupo de católicos
sacó de allí en secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de
Bari, en Italia. Allí se obtuvieron tan admirables milagros por intercesión del
santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa.
En 1089 el mismo papa
Urbano II consagró la cripta en donde son venerados los restos del santo. Es
Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía, e innumerables iglesias le han sido
dedicadas. En oriente lo llaman San Nicolás de Mira, por la ciudad de la que fue
obispo, pero en occidente se le llama San Nicolás de Bari. Aún en la actualidad
es considerado en muchas partes como patrono de los niños y de los marineros.
Origen
de la figura de Santa Claus
Su fiesta se celebra el
6 de diciembre. Por haber sido tan amigo de la niñez y tan generoso, en algunos
países europeos se repartían en este día dulces y regalos a los niños, y
prácticamente con esta fecha se empezaban las festividades de diciembre,
relacionando así al santo con las fiestas navideñas.
Durante los siglos XVII
y XVIII coinciden en Estados Unidos inmigrantes de distintas culturas como la
británica, la holandesa y la alemana: la tradición católica de holandeses y
alemanes, que tenía devoción a San Nicolás se mezcló con la de “Father
Christmas” (el padre de la Navidad) que era la figura típica de las fiestas
navideñas en Inglaterra.
Como derivación del
nombre del santo en alemán (San Nikolaus) lo empezaron a llamar Santa Claus, y
fue popularizado en la década de 1820 —a través de un poema famosísimo en los
Estados Unidos del poeta Clement Clark Moore— como un amable y regordete
anciano de barba blanca, al que llama “St. Nick”, que la noche de Navidad
pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños en un trineo
volador tirado por renos.
La marca de refrescos
Coca-Cola, al utilizar al personaje como parte de su campaña comercial en
Navidad, cambiaría su capa de pieles por un traje rojo y blanco, dando así
lugar al personaje de Santa Claus tal como se conoce ahora, también llamado
Papá Noel y por supuesto —rememorando su origen— San Nicolás.
Oración a San Nicolás de Bari
Desde este mar
tormentoso,
oh Padre San Nicolás,
conduce al puerto
seguro
desde la patria
celestial.
De las luchas de la
vida
y mortales tempestades
sálvanos por tu favor
y virtudes singulares.
Siempre acudes en
socorro
de cuantos tu auxilio
imploran
. Enfermos y
navegantes,
pobres o ricos te
invocan.
Por tu santidad eximia
e intercesión
poderosa,
haz que elegidos
seamos
a la eternidad dichosa
. A los fieles que
devotos
tu culto propagamos,
haznos merecer la
gloria
amando a nuestros
hermanos.
Amén.
Artículo
enviado por: Jesús
Manuel Cedeira Costales
Fuente : www.primeroscristianos
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