Huele a hermandad en cada uno de los rincones de la casa de
hermandad.
Falta ya muy poco para el 10 de abril, por eso, priostes,
capataces, costaleros y demás personal de la Junta de Gobierno de la Hermandad,
se afanan para que todo salga a la perfección.
Y son, estos mismos los que nos han permitido conocer de
primera mano todo el intríngulis que se lleva a cabo para que la Cofradía salga
reluciente. Al igual que otras hermandades de la Semana Santa de Sevilla se
vive en Estudiantes de Oviedo durante todo el año: convivencias, reuniones,
diversos actos, etc. No obstante, la preparación de los pasos comienza a
mediados de enero con la limpieza de la plata.
«Otros años se ha empezado más tarde, también tiene que ver
cómo caiga la Semana Santa», «La Priostía es algo se va transmitiendo de padres
a hijos, a amigos íntimos y, en general, a gente muy allegada a la Hermandad», «El
trabajo más duro empieza, más o menos, al inicio de la Cuaresma y culmina con
el Besapiés del Cristo, es un trabajo muy laborioso». Son muchas «mijitas», y
es que, deben localizar las imperfecciones que se hayan podido producir de la
Estación de Penitencia del año anterior, enviarlas a restaurar y limpiarlas. De
esto último, se encargan sus manos y Primagent o «Prima», tal y como lo
conocen. Embadurnan la pieza con «Prima», se deja secar durante 24 horas,
acompañado de una limpieza con cepillos y brochas y, por último, envolver la
pieza para que no vuelva a tomar contacto con el oxígeno y no torne su color.
«Antes se usaba para limpiar las piezas agua y bicarbonato y se tardaba mucho
más, pero, gracias a Dios, la ciencia avanza».
La limpieza de plata es uno de los puntos del camino hacia
el Viernes Santo, aunque aún queda mucho por recorrer. Candelería, fundido,
costaleros, nazarenos…
Enviado por:
Jesús Manuel Cedeira
Costales
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